Desde hace algunos días comenzó la
fiebre de la Copa América Chile 2015, pero para la mayoría de los venezolanos
hoy fue que inició la fiesta, y siempre que juega nuestra selección están los
comentarios de coterráneos esperanzados en el triunfo pero también aquellos que
siguen sin creer en la oncena, quienes los consideran un mal equipo, debo
confesar que son como lo era yo antes.
Así es, hace unos años atrás
algunos de mis amigos más cercanos recordarán lo “antivinotinto” que era, esto
luego de tantas decepciones que me llevé con el equipo al verlos caer
derrotados, pero podría decir que desde la pasada Copa América hasta acá, leí y
comprendí un pensamiento muy importante y es que definitivamente todos debemos entender
que celebrar triunfos de equipos ajenos no nos llevan a nada; las copas de
Brasil son de ese país, no se preocupan por compartirlas con nadie más ni
reparten pedacitos por el mundo, igual con Argentina, Alemania, Francia,
Portugal…necesitamos creer y apostar por lo nuestro, para que sea en nuestra
historia en la que se refleje el logro de una selección, solo en ese momento que
obtengamos un campeonato podremos decir que es nuestro, está bien el
favoritismo, que nos parezcan buenos otros equipos, eso no lo veo mal, lo triste
es no confiar en nuestros jugadores, esos que son tan venezolanos como tú y
como yo.
Además creo es notorio, en un
país tan convulsionado y lleno de rabias y rencores, los más de 90 minutos que
nos regala la selección Vinotinto son únicos: abrazos, besos, esperanzas, el
olvidar por ese tiempo cualquier cantidad de problemas y volver a juntarnos
como venezolanos es otro logro, que quizás en estos momentos, hasta valga más
que cualquier trofeo, por eso quiero dirigirme específicamente a esos paisanos
que ahora son como lo era yo y decirles: HEY, BRASIL NO CELEBRARÁ NI SE
ALEGRARÁ POR TI ASÍ COMO TÚ TE ALEGRAS Y CELEBRAS POR ELLOS; si La Vinotinto
pierde, perderemos LOS VENEZOLANOS no solamente quienes están jugando en Chile,
además tuvimos una histórica participación en la Copa América pasada y un
arranque único en esta que comienza, así que ¿por qué no le apuestas tú también
a nuestra selección? y sobre todo que aprendamos que no todo se resume en
ganar, las derrotas también sirven para acumular experiencia y el día de mañana
ser aún mejores.
La Vinotinto ¡Que viva!

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