Jesús Caldera Ynfante es un político, abogado y excandidato
presidencial de Venezuela por el partido Nueva Alianza Progresista, pero además
vivió de cerca la realidad del chavismo pues le fue confiado el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria
(Fogade) hasta el año 2005, hoy es un venezolano exiliado, que en el marco de
la presentación de su libro ‘Democracia Integral’ ha decidido revelar los
oscuros secretos del régimen venezolano.
Caldera Ynfante, quien conoció de cerca a Hugo Chávez, le
señala de ser un falso humanista, afirma que “a Chávez no le importaba la
dignidad de las personas”. Mantiene que salió de Fogade por ‘diferencias
insalvables’ con el gobierno, una de estas “el falso anti-imperialismo de
Chávez porque me consta que cuidaba con celo que los despachos de petróleo a
los EEUU se hicieran sin fallas, haciéndole creer al pueblo, en sus discursos,
que luchaba contra ellos”.
Destaca también el apoyo de Chávez a grupos como las Farc,
ELN y otros ilegales “como ‘vanguardia bolivariana’ usada en su pretensión de
apoderarse, con ellas, del Estado y las instituciones colombianas”.
Sin embargo, afirma que “el choque mayor” lo tuvo por la
falsa espiritualidad del expresidente quien, según sus palabras, “no era más que
superstición y brujería”.
Relata que la ministra cubana Bárba Castillo Cuesta le
indicó que para servir a la ‘revolución bolivariana’ debía consagrarse a la
santería, “es decir, tenía que practicar la idolatría, la superstición y la
fetichería, una conversión al oscurantismo, que incluye sacrificios de animales
y rituales macabros en Pinar del Río, Cuba”.
Explica Caldera que Chávez estuvo tan convencido del ‘poder’
de la santería cubana que a finales del año 2004 cerró la capilla de Nuestra
Señora de Coromoto que funcionaba en el Palacio de Miraflores. Resalta que
Nicolás Maduro sigue las mismas prácticas.
SOBRE SU SALIDA DE FOGADE
Caldera Ynfante o “Chucho” como también se le conoce, salió
del país acusado de presunta corrupción mientras dirigió Fogade, al respecto
dice que “todo obedeció a una orquestada venganza política para acabar con mi
reputación, restar credibilidad a las demandas contra banqueros prófugos o
malas paga, para silenciarme y desacreditarme. Era mejor para ellos acallar un
funcionario insobornable que pagarle cientos de miles de millones de dólares al
Estado venezolano y usaron los medios de comunicación a su alcance para
lograrlo, como Ultimas Noticias, Panorama y otro”.
Mantiene que le realizaron un juicio político “sin tener
fuero para ser objeto del mismo y me negaron el derecho al debido proceso, no
me permitieron defenderme”.
Considera que el ataque del régimen fue porque “adversé una
estructura política que ya entonces operaba como una empresa criminal”.
Revela que actualmente vive “de manera austera” con lo que
percibe como profesor en reconocidas universidades e Colombia.
MADURO Y CHAVEZ
Sobre la mesa siempre ha estado el debate de si la culpa de
la crisis venezolana ha sido de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, muchos de los
seguidores del fallecido presidente culpan a su sucesor de la actual situación,
sin embargo, Caldera afirma que “la hambruna generada por motivos políticos e
ideológicos, la subnutrición, la desnutrición, la pobreza extrema y la
ejecución de políticas de exterminio por privación de alimentos y medicinas
para causar daño contra la población civil disidente, que padece la población
venezolana, se evidencia en la gestión de Nicolás Maduro pero sus raíces fueron
sembradas por Hugo Chávez, cumpliendo las ordenes de sus amos dominantes Fidel
Castro y demás agentes de la tiranía cubana”.
Para Caldera, se trata de una “concepción política” que
tiene como patrón “mientras más vulnerables más manipulables. Mientras más
pobres menos se rebelan contra la dictadura”.
EL PAPEL DE GUAIDÓ
La figura de Juan Guaidó ha sido imposible de obviar en este
año, al respecto el expresidente de Fogade afirma que ha sido un líder joven “conectado
con la esperanza”, pero advierte que “ni Maduro puede aplastar a la alternativa
democrática que se le opone, ni la oposición tiene la fuerza para derribarlo”.
En cuanto a los escenarios para una salida a la crisis venezolana,
Caldera considera que “si la opción de la intervención militar extranjera es
descartada por la mayoría de los países que buscan una solución a la crisis
venezolana solo quedan estos caminos: la renuncia de Nicolás Maduro promovida
por las Fuerzas Armadas; la insurrección militar; la rebelión popular; un
levantamiento combinado cívico-militar; la negociación, aprovechando la
mediación Noruega y el acompañamiento de la comunidad internacional o la
convocatoria a elecciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de forma
vinculante”.
Aconseja a Guaidó asumir las reuniones en Noruega con
prudencia, seriedad, transparencia y responsabilidad ante el país, sin dejar de
lado el apoyo de la comunidad internacional.
LA SUBLEVACIÓN DEL 30 DE ABRIL
Para Caldera Ynfante, en la sublevación militar del pasado
30 de abril en Caracas “es inocultable que hubo improvisación y que los altos
mandos militares controlaron la situación a favor de Nicolás Maduro o no
tuvieron el coraje de darle la estocada final a su gobierno”.
Confiesa que “tengo información confiable que indica que
Diosdado Cabello está tendiendo puentes con agentes de inteligencia de Trump y
que otros altos jerarcas del gobierno de Nicolás Maduro están hablando con la
CIA en estos momentos, desesperados por no encontrar salida al proceso de
destrucción en que tienen al país, con la finalidad de buscar avales que les
permitan ciertas garantías personales una vez dejen el poder en Venezuela”.
UN MADURO DÉBIL
Consultado sobre el poder político que hoy ostenta Nicolás
Maduro, dice que “hoy es un rehén de sus miedos, es un prisionero de sus
temores. No tiene paz interior y la desconfianza lo abruma”, considera que el
régimen está en una “etapa terminal que apenas se mueve en modo zombie”.
Sin embargo, considera que el chavismo-madurismo debe “contar
con garantías” para participar en un eventual proceso democrático pues “no los
podemos aplastar repitiendo la perversidad con la que obra la dictadura contra
la oposición”.
DEMOCRACIA INTEGRAL LIBRO
Este año, Jesús Caldera Yfante ha publicado un nuevo libro
cuyo nombre es ‘Democracia Integral’, sobre este explica que “resume nuestra
tesis doctoral que hemos concebido desde un enfoque humanista cristiano con
énfasis en la promoción y garantía de la dignidad humana”.
A su juicio, la democracia no se mide por el número de
votaciones y un ejemplo claro para él es la situación de Venezuela.
El libro pronto se divulgará de manera virtual y gratuita “dadas
las dificultades que hay en nuestra Venezuela para ingresar y distribuir libros
en físico”.
A CONTINUACIÓN LA ENTREVISTA ÍNTEGRA:
1- Dirigió
Fogade durante un año, ha dicho que encontró diferencias
"insalvables" con el gobierno, por ejemplo ¿Cuales?
R.- A mi llegada me animaba el deseo de fomentar el acceso al
crédito y la bancarización de los sectores populares excluidos del sistema
financiero en línea a lo que llamo la democratización económica con respeto a
la propiedad privada, para hacer productivos una gruesa cantidad de activos,
paradójicamente inactivos, que no cumplían con una función social y económica.
Diferencias insalvables surgieron en varios aspectos. Desde el punto de vista
ontológico y filosófico, por el falso humanismo de Chávez que cliché, una
muletilla, una coraza usada en los medios de comunicación para encubrir el
comunismo radical que él profesaba. Siendo yo militante del humanismo
cristiano, defensor de la dignidad humana y el respeto a las personas, choqué
de frente contra ese proyecto comunismo despersonalizado del venezolano,
solapado bajo la frase de Socialismo del Siglo XXI, concebido para convertir en
siervos sin derechos a todos los venezolanos, unos súbditos de un Estado
opulento y despilfarrador en manos de la cúpula chavista, dóciles a los amos
cubanos, con el que pretendía suplantar el Estado democrático constitucional,
el modelo republicano de gobierno, para imponer de contrabando un Estado
comunal, hegemónico, autoritario siguiendo la fallida ideología comunista que Fidel
Castro le sirvió en bandeja de plata a un líder con formación ideológica, como
Hugo Chávez, narciso y vanidoso, que se creyó el cuento que le metió Fidel
Castro en la cabeza de que el militar con poder de Sabaneta de Barinas era un
nuevo Bolívar, un nuevo Jesucristo. Este terminó siendo un simple rehén, un
instrumento en manos de Fidel Castro y la satrapía cubana, quien lo alababa,
halagaba y envanecía a su antojo exacerbando su narcisismo y la egolatría. Lo
que no pudo conseguir Fidel Castro para aprovecharse de las riquezas del país
con las invasiones militares de Tucacas y Machurucuto en 1966 y otras contra
Venezuela, lo logró con halagos y con brujería y bacanales. A Chávez no le
importaba la dignidad de las personas. Como buen comunista, cultor del materialismo
histórico, las asumía como una cosa, un objeto sustituible, reemplazable como
un fusible quemado. El Gral. Raúl Baduel es una muestra, entre miles, del
utilitarismo que practicaba. Nunca consideró a la persona humana un fin en sí
misma, que merece ser valorada, respetada y protegida. Choqué contra el falso
nacionalismo de Chávez porque le entregó la independencia, la soberanía y la
riqueza de nuestra patria a los Castro y el régimen tiránico de Cuba. Choqué
contra el falso anti-imperialismo de Chávez porque me consta que cuidaba con
celo que los despachos de petróleo a los EEUU se hicieran sin fallas,
haciéndole creer al pueblo, en sus discursos, que luchaba contra ellos. Todo un
ejercicio de cinismo. Sus dólares alimentaron la maquinaria de corrupción y
despilfarro en que devino la tal revolución mientras apelaba a señalar a los
EEUU como un enemigo externo para aglutinar su base electoral a sabiendas que
nunca los gringos le atacarían mientras tuvieran seguros sus despachos de
hidrocarburos. Además, choqué con el apoyo que se le daba a las FARC, ELN y
otros grupos ilegales como “vanguardia bolivariana” usada en su pretensión de
apoderarse, con ellas, del Estado y las instituciones colombianas.
Peor aún, el choque mayor se produjo por la falsa espiritualidad
de Chávez, que no era más que superstición y brujería, evidenciada por mi
negativa a someterme a las directrices de dirigente cubana Bárbara Castillo
Cuesta, Ministra de Comercio Interno de Cuba, tristemente recordada por el caso
impune de Pudreval, allá en 2008, cuando ella mandaba en Bolipuertos y Bariven,
manejando compras internacionales por unos 2000 mil millones de dólares.
Activos del Fondo para empresas mixtas con el gobierno cubano. Bárbara Castillo
Cuesta daba órdenes y gobernaba en Venezuela Me negué a darle información
privilegiada de la Banca venezolana. Ella tenía instrucciones de Chávez para
dirigir la lucha contra la “burgesía financiera” y pretendían la estatización o
la nacionalización de la banca. Le pedí a Chávez que me aclarara el asunto, al
que me opuse de forma contundente, y me comentó, sin pudor, que se debía crear
la “red bancaria socialista”, que era una nacionalización en la práctica pero
que no convenía llamarlo así porque lo iban a tildar de “comunistas”. Luego vinieron
las compras y la creación de bancos por parte del Estado venezolano en cabeza
de fichas de la nomenclatura roja. La ministra cubana, en mención, me indicó
que para servir a la “revolución bolivariana” había que consagrarse a la
“santería” y estar “despojado de malas influencias”, es decir, tenía que
practicar la idolatría, la superstición y la fetichería, una conversión al
oscurantismo, que incluye sacrificios de animales y rituales macabros en Pinar
del Río, Cuba. Tan convencido estaba Chávez ayer del “poder” de la “santería”
cubana, como lo está Nicolás Maduro, que a fines de 2004 decidió cerrar la
Capilla de Nuestra Señora de Coromoto que funcionaba en el Palacio de
Miraflores. Para Chávez el comentario de un brujo valía más que la opinión de
un experto. Mucho me temo que para Nicolás Maduro también.
Esta doña presumía y alardeaba de su cercanía con el
histórico del régimen cubano José Ramón Ventura, Vicepresidente de Cuba 2008,
segundo al Comité Central del Partido Comunista antillano, quien ya en 2004
operaba regularmente, de forma sigilosa y sin dejar rastros, tanto en
Miraflores como en PDVSA y en Fuerte Tiuna siendo Alí Rodríguez Araque el
enlace directo y secreto con el mandamás cubano.
2- Sale del país acusado de presunta corrupción ¿Qué dice al
respecto?
R.- Me opuse a una serie de negociados que se daban
libremente en la institución con sus bienes y sus activos a favor de los
cabecillas de la empresa criminal en que resultó la llamada “revolución”. Por
escrito, puse a Chávez al tanto de los mismos. Nunca hizo nada. Hice pública la
forma como, antes de mi llegada, se apropiaron ilegalmente del Hotel MareMares
en Anzoategui, por citar un caso. Como presidente del Consejo Superior Bancario
rechacé la creación de algunos bancos por dudas en el origen de sus capitales
todos vinculados con operaciones con jerarcas del gobierno. Desde ese cargo
incidí para que la Nación actuara en Ohio, EEUU y Lugano, Suiza, en los
procesos de las llamadas “notas promisorias” en salvaguarda del patrimonio público,
ganándome el enojo de quienes en el alto gobierno estaban detrás de esos
pleitos multimillonarios. Demandé, a mediados de 2005, antes de que
prescribieran las acciones judiciales, a los banqueros que recibieron grandes
auxilios financieros en la crisis de 1994: Juan Domingo Cordero, representante
del Banco Barinas, fue demandado por más de 148 millardos; Rafael Martín
Guédez, José Ginoves La Rosa, Enrique Olivares, Eduardo Escobar y Gustavo
Llerasel, accionistas del Grupo Amazonas, por 33 millardos; Antonio Polanco,
Miguel Boccardo, Carlos Meneces, Ariel Prat, Jorge Delano, Mauricio García
Araujo y Armando Espina, del Grupo La Guaira, por 183 millardos y José Luis
Revenga del Grupo FIVECA por 52 millardos y se demandó a los accionistas del
Banco Latino por 300 millardos de bolívares, así como contra el Grupo
Latinoamericana Progreso.
También ordené la demanda contra el grupo Confinanzas –
Metropolitano -Crédito Urbano, cuyo principal accionsita, David Brillembourg,
era pariente de los entonces dueños de la Cadena Capriles, vinculados al Banco
Mercantil y algunos de ellos manejaban las operaciones de especulación con el
dinero de la tesorería de entidades del mismo Estado. Últimas Noticias, con
Eleazar Díaz Rangel, ficha de José Vicente Rangel, entonces Vicepresidente de
la República, me atacó de forma atroz, porque, durante la gestión de Rómulo
Henríquez en FOGADE, ficha del entonces Vicepresidente, nunca movieron ni una
paja para recuperar ese dinero a favor del Estado venezolano y jugaron a que
las acciones judiciales no se interpusieran. Recuerdo que Banco de Maracaibo,
cuyos accionistas era dueños de Panorama, estaban en esa lista de morosos ante
el Estado. La mayoría de esos factores de poder no me perdonaban que, un
abogado trujillano, sin vínculos ni ataduras con quienes se han lucrado de la
ubre del Estado, los hubiere demandado interrumpiendo así la prescripción de
esas acciones judiciales que, de haberse consumado, les hubieren permitido no
pagarle los auxilios financieros que les habían sido dado durante la crisis
bancaria de 1994. Hice lo correcto. Salí del país hace 12 años y no supe de las
decisiones que hayan adoptado en esos procesos judiciales. Me metí a redentor
del dinero público y terminé crucificado por los grupos económicos y sus aliados
dentro la “revolución” que nunca le pagaron al Estado y se enriquecieron a sus
anchas.
Luego, con ese contexto, podrás percatarte que todo obedeció
a una orquestada venganza política para acabar con mi reputación, restar
credibilidad a las demandas contra banqueros prófugos o malas paga, para
silenciarme y desacreditarme. Era mejor para ellos acallar un funcionario
insobornable que pagarle cientos de miles de millones de dólares al Estado
venezolano y usaron los medios de comunicación a su alcance para lograrlo, como
Ultimas Noticias, Panorama y otros. El proceso en mi contra es una aberración
jurídica sin parangón. Me sometieron a un juicio político en la Comisión de
Contraloría y en la plenaria de la Asamblea Nacional sin tener fuero para ser objeto
del mismo y me negaron el derecho al debido proceso, no me permitieron
defenderme. La Comisión de Contraloría me absolvió a mediados de 2006 y, a
inicios de 2007, reabrieron un caso ya cerrado,
para declararme responsable en lo político sin haber sido escuchado de
nuevo, sin derecho a la defensa, violando el principio de ser sancionado dos
veces por los mismos hechos. Esas actuaciones, plagadas de “pruebas” ilícitas,
violatorias del debido proceso, las pasaron luego a la Fiscalía General de la
Nación que, sin acato a la Constitución, sin evidencias en mi contra, ordenó
medida privativa de libertad sobre mi persona en mayo de 2007, urdida entre el
entonces Ministro del Interior, Pedro Carreño y sus fichas partidistas en la
Fiscalía de Isaías Rodríguez. Una treta política para tratar de enlodar mi
reputación. Pedro Carreño abogaba para que quienes se habían apropiado del
Hotel MareMares no fueran tocados durante mi gestión. Una confabulación de miserias
humanas y vulgares intereses personales escudados en la parafernalia pomposa de
la palabra “revolución”. Adversé una estructura política que ya entonces
operaba como una empresa criminal, una estructura organizada de poder que tenía
en los activos y la prescripción de las acciones judiciales frente los auxilios
financieros que la institución había otorgado en 1994 una veta para
enriquecerse ilícitamente. Mira lo que pasó con el supuesto violín Stradivarius
que unos banqueros dejaron en garantía de los auxilos financieros, por un monto
de 5 millones de dólares, que al serv verificado por exertos, durante mi
gestión, terminó siendo un mamarracho de instrumento musical que no valía ni 30
dólares a precios de 2004.
No soy perfecto, seguramente cometí errores, pero nunca
podrán tildarme de deshonesto o ladrón. Vengo de un origen pobre, formado en
valores y mi familia lucha día a día, como cualquier venezolano, para
sobrevivir en medio de esta tragedia nacional. Contra mi persona no hay una sola
prueba, ni una evidencia para demostrar que haya enriquecido de forma ilícita.
Han buscado hasta debajo de las piedras y nada han conseguido ni conseguirán.
La riqueza, como la tos, no se puede ocultar. Nunca me rendido ante la
adversidad por la fe que profeso a Dios. Con muchos sacrificios, estudié de
nuevo, convalidé el título de abogado y obtuve un Doctorado en Derecho. Vivo de
manera austera con lo que percibo como profesor en reconocidas Universidades de
Colombia. Con el sudor de mi frente, sorteando muchas dificultades económicas,
con prudencia, fortaleza y templanza, trato de sacar mi familia adelante, sin
claudicar ante la adversidad y sin reparar en el monumental olvido de quienes
antes tendían alfombras rojas a mi paso. Perdono a quienes me persiguieron.
Ruego a Dios para que sane sus corazones. No les guardo rencor.
3- La actual crisis humanitaria de Venezuela es también culpa
de Chávez o solo de Maduro?
R.- Chávez concebía la persona humana como un instrumento,
una herramienta, sin derechos y sin futuro, para mantenerse en el poder.
Nicolás Maduro también. La hambruna
generada por motivos políticos e ideológicos, la subnutrición, la desnutrición,
la pobreza extrema y la ejecución de políticas de exterminio por privación de
alimentos y medicinas para causar daño contra la población civil disidente, que
padece la población venezolana, se evidencia en la gestión de Nicolás Maduro
pero sus raíces fueron sembradas por Hugo Chávez, cumpliendo las ordenes de sus
amos dominantes Fidel Castro y demás agentes de la tiranía cubana. Es el
resultado de la combinación fatídica de ambas gestiones. La emergencia
humanitaria compleja que somete a situación de sobrevivencia a la población
venezolana es responsabilidad compartida de ambos. No son simples errores en la
conducción del gobierno. No. Ello, es el resultado de una concepción política
que tiene como sustrato la idea perversa de arruinar la persona para
controlarla electoralmente ya que se nutre de la generación de miseria, se basa
en la producción de pobreza, a gran escala, para restarle autonomía a los
venezolanos, hacerlos cada día más dependientes del gobierno y sus dádivas, tan
excluyentes que quien no se somete al control biométrico de la dictadura, es
decir, quien no tiene el Carnet de la Patria, no recibe beneficios, se muere de
hambre o de mengua: No es un ciudadano sino un enemigo al que hay que eliminar.
Mientras más vulnerables más manipulables. Mientras más pobres menos se rebelan
contra la dictadura. Es una política con una intencionalidad criminal de
ultrajar la dignidad humana y menospreciar la vida para someter a su control a
la persona, lo cual configura delitos de lesa humanidad como el exterminio o el
genocidio, por ejemplo. Es el bio-poder o la bio-política en sentido negativo,
para humillar a los venezolanos y convertirlos en siervos dóciles, en mendigos
sin derechos. Los actuales gobernantes procuran de forma dolosa, de mala fe, la
servidumbre y el servilismo de los venezolanos ante la dictadura. Es una
política criminal que persigue restringir el acceso de alimentos y medicamentos
de la población civil, ejecutada de manera dolosa y sistemática, una práctica
de exterminio, que por sus proporciones, ya califica como una práctica de
genocidio penalizado conforme al artículo 7 del estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional. En esto, la participación de los máximos jerarcas de la
tiranía cubana tiene mucho de responsabilidad. Venezuela no ha ingresado al
siglo XXI y esta dictadura hizo retroceder a los venezolanos a inicios del
siglo XX por el atraso, la miseria y la pobreza generalizada de nuestra población
para controlar su vida, que renuncien a sus derechos, impedir que se rebelen
contra la opresión y que les obedezcan dócilmente. El venezolano sobrevive a
duras penas y pasa su vida en una cola buscando alimentos, haciendo trueques de
productos, sin medicinas, sin agua, sin luz eléctrica, sin combustibles, sin
otra prioridad que no sea subsistir y cuando protesta resulta víctima, además,
de un Estado de represión y muerte. Entre rebelarse y sobrevivir, opta por
sobrevivir. Esta política inhumana es una forma de perversidad del mal, de
regocijo por el sufrimiento de la persona humana. ACNUR indica que cuatro (4) millones de
hermanos venezolanos han sido víctimas de desplazamiento forzado transnacional
y sobreviven en varios países de manera precaria dando cuerpo a una espantosa
crisis de refugiados regional. Es demasiado el dolor de millones de hermanos.
Causa infinita la tristeza la profundización de una emergencia humanitaria
compleja plenamente evitable causada por motivos ideológicos funcionales a la continuidad
del régimen cubano y la de sus instrumentos dentro del poder en Venezuela, con Nicolás
Maduro a la cabeza. Insoportable la perversidad del mal de quienes ocultan el
cataclismo humanitario y lo agravan dando continuidad a la crisis política.
Resulta urgente la adopción de una solución política, mediante la negociación
con supervisión internacional, que sane de raíz la situación de miseria,
hambruna, persecución y desplazamiento de nuestra población fomentada por
motivos políticos e ideológicos de un régimen, manipulado por la tiranía
cubana, que no conoce la caridad, la compasión ni la clemencia. De no darse esa
solución con prontitud, mediada por la racionalidad y la prudencia política, la
República se encamina al abismo de su propia disolución, la violencia entre
hermanos tomará por asalto la vida de la Nación y con la destrucción y la
muerte estaremos arriesgando el futuro de las presentes y de las venideras
generaciones de venezolanos.
4- ¿Va bien Juan Guaidó?
R.- Es un líder joven que ha conectado con la esperanza de
cambio de un pueblo harto de humillaciones y vejámenes. Las movilizaciones y la
presión interna y externa han sido activadas con sentido de la oportunidad sin
lograr, por lo pronto, producir la salida de Nicolás Maduro del poder. Las
movilizaciones populares sin fractura real de los factores militares que
sostienen el régimen conducen a una situación de equilibrio dañino, un
estancamiento destructivo, donde quienes más pierden son los venezolanos pobres
que no tienen vida digna, que hoy no tienen futuro, aquella enorme mayoría
nacional que simplemente sobrevive. Ni Maduro puede aplastar a la alternativa
democrática que se le opone, ni la oposición tiene la fuerza para derribarlo.
En esta situación de parálisis mortífera, sus planteamientos, de cara a la
transición política, montados sobre escenarios de corto plazo que no han dado
los resultados inmediatos esperados, tienen que ser evaluados de manera serena.
Si la opción de la intervención militar extranjera es descartada por la mayoría
de los países que buscan una solución a la crisis venezolana solo quedan estos
caminos: la renuncia de Nicolás Maduro promovida por las Fuerzas Armadas; la insurrección
militar; la rebelión popular; un levantamiento combinado cívico-militar; la
negociación, aprovechando la mediación Noruega y el acompañamiento de la
comunidad internacional o la convocatoria a elecciones por parte del Consejo de
Seguridad de la ONU de forma vinculante; la no deseada intervención militar
internacional, con base al principio de la “responsabilidad de proteger” que
incumbe a todo Estado en situaciones humanitarias crónicas y crisis políticas
severas como la que vive Venezuela o la incursión militar unilateral de EEUU y
otros Estados de América si entra en vigencia el TIAR.
Ahora bien, un político sabe que las soluciones mágicas no
cuentan y siempre hay que lidiar con la dura realidad, sin caer en la tentación
de la improvisación y el cortoplacismo. Nunca puede dejar de apostar por la vía
política dada la poca factibilidad práctica y los daños colaterales de una
guerra entre venezolanos. Con prudencia, seriedad, transparencia y
responsabilidad ante el país, con el apoyo de la comunidad internacional, debe
asumir, sin disimulos, que la mediación de Noruega es un mal menor para nuestra
población comparada con los daños colaterales de una intervención militar
extranjera, ya que dicho mecanismo, con reglas claras y compromisos
verificables, puedo traducirse en una negociación política entre gobierno
autoritario y oposición que desemboque en elecciones libres, que pueden ser
convocadas, supervisadas verificadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y
demás instancias de apoyo creadas en la comunidad internacional (Grupo de Lima,
Grupo de Contacto UE, Ininiciativa de Montevideo), sin presos políticos, sin
partidos ni líderes inhabilitados, un nuevo censo electoral donde voten los
desplazados en distintos países del mundo y un CNE imparcial que, por los
niveles de desconfianza, podría ser presidido por un agente designado por el
Consejo de Seguridad de la ONU dado que el escalamiento del conflicto
venezolano es una amenaza concreta a la seguridad y la paz regional y, por los
intereses de Cuba, Irán, Rusia, China y EEUU, en juego, pueden generar una catástrofe
militar y humanitaria de repercusiones globales.
El reto de Guaido es definir una agenda propia, donde prime
el interés superior de la nación, entendiendo que el régimen autoritario y el
chavismo-madurismo cuentan con un apoyo militar que lo sigue sosteniendo por el
momento, que siguen siendo parte de la dura realidad que hay en el escenario y
que tienen presencia en la vida política y deben tener un espacio en la
construcción de una transición política que parte por reconocer su existencia
como paso necesario para llevar adelante, mediante el diálogo y la
deliberación, la transición política que cuyo sector habrá de comprometerse a
respetar una vez pactados los acuerdos fundamentales, los umbrales mínimos para
lograr la pronta restauración de la civilidad, el entendimiento, la paz social,
la convivencia pacífica entre venezolanos con perdurabilidad política y
económica en el tiempo.
En el futuro inmediato, en Venezuela tiene que desarrollarse
un proceso de rehumanización, tiene que imperar el respeto por la persona
humana y su dignidad, donde haya igualdad de oportunidades y fomento de las
posibilidades para que toda persona realice sus capacidades humanas, donde
tengamos una vida mejor basada en el disfrute de nuestros derechos
fundamentales con seguridad jurídica, una vida buena, donde los venezolanos
vivamos sin miedo y sin daños, donde seamos cuidados y no destruidos por el
Estado, donde cada persona vea realizadas plenamente sus capacidades y de modo
sostenible realizar su proyecto de vida. Ante la tragedia horrorosa e indeseable
del presente, tenemos que imaginar y construir un mejor futuro, donde todos
quepamos, sin exclusiones, donde la felicidad de la persona humana sea
realizada y que su vida tenga sentido en una Venezuela prospera, vivible,
habitable, equitativa, donde lo espiritual, lo material y el cultivo de los
virtudes sean garantizados y haya oportunidades reales para lograrlo como parte
de la calidad de vida de toda persona humana, pensando a largo plazo,
trabajando por el bien común, con sentido de sostenibilidad en función de las
generaciones del futuro y de nosotros mismos.
El futuro de los venezolanos está severamente amenazado.
Nicolás Maduro es muy exitoso generando pobreza porque ya 74% de los
venezolanos somos pobres, ganamos en promedio menos de dos dólares al día que
es la media del Banco Mundial para medir pobreza. Una hambruna está en curso
contra la población de toda Venezuela. La malnutrición y el retraso del
crecimiento de nuestro niños debe dolernos a todos: dictadura y oposición. En
los próximos días, las bolsas CLAP, instrumento biométrico de control biológico
de la vida de los venezolanos junto al Carnet de la Patria, ya no llegarán a la
mayoría de nuestro pueblo por la ineficiencia del gobierno y los efectos de las
sanciones económicas. La falta de gasolina se agudizará en los próximos días y
los pocos productos dejarán de llegar a la mesa de la vulnerable población
venezolana. Un cóctel explosivo que hace presagiar la peor situación de
miseria, hambre, violencia y muerte de inocentes en la tierra de Bolívar. El
colapso definitivo de un gobierno en caída libre está a la vuelta de la esquina
y los venezolanos somos los grandes afectados en cuanto a la violación de
nuestros derechos humanos fundamentales, que amenaza la paz y la seguridad
regional. En medio de la diversidad, la oposición tiene que mantener la unidad
de propósitos para lograr la restauración del orden constitucional y
democrático en Venezuela por la vía política, pacífica y electoral, con apoyo
de la comunidad internacional, pese a lo complejo que resulta enfrentar un
aparato organizado de poder.
5- ¿Por qué fracaso el alzamiento del 30 de abril?
R.- He escuchado y leído declaraciones del exdirector del
SEBIN, Gral. Manuel Ricardo Cristopher
Figuera, donde señala que las ambiciones de algunos de los complotados
frustraron dicha asonada. Deja en evidencia que la Fuerza Armada Nacional tiene
fisuras en su interior y que el propio Ministro de la Defensa, Gral. Vladimir
Padrino López contempla la opción de asumir el poder y permitir la salida del
país de Nicolás Maduro y su entorno. El presidente del TSJ, Maikel Moreno, al
servicio de la dictadura y empresarios cercanos a éste, son mencionados dentro
de los conjurados. También confirma la injerencia repugnante e inaceptable de
la inteligencia cubana en los cuarteles venezolanos. Informa que el entorno de
la primera dama y la familia del propio Nicolás Maduro, pasando por
“Nicolasito” están en modo “sálvese quien pueda”. La desconfianza, la
deslealtad y la traición están en plena ebullición. Es inocultable que hubo
improvisación y que los altos mandos militares controlaron la situación a favor
de Nicolás Maduro o no tuvieron el coraje de darle la estocada final a su
gobierno, como lo ha dejado saber el Gral. Cristopher Figuera y los líderes
gringos Jhon Bolton, Mike Pompeo y Elliot Abrahams.
Considero, eso sí, sin ánimo desestabilizador, que el hambre
tumba gobiernos. Un desenlace militar no se descarta, en las próximas semanas o
meses, en la medida en que arrecie con mayor profundidad el hambre y la miseria
de la población que sobrevive al borde del estallido social, ad portas de una
insurrección popular, de magnitudes incontrolables por la inmensa inconformidad
social de un pueblo que padece ya una situación de hambruna. Los militares
tienen claro que ellos podrán seguir una vez salga Nicolás Maduro del poder.
Los militares no se van a sepultar con Nicolás Maduro. Las Fuerzas Armadas
están llamadas a ser el pilar estructural de la transición democrática en
Venezuela y eso lo saben el Gral. Vladimir Padrino López, el alto mando y la
familia militar venezolana. Cada día se agrava más la inestabilidad de una
dictadura que ya no gobierna sino que se impone por la fuerza. Están dadas
todas las condiciones reales para una gigantesca e incontrolada insurrección
popular. Es factible que, en esa circunstancia inminente, la fuerza que
sostiene a Nicolás Maduro, que es el sector militar, le quite el respaldo y lo
“inviten” a abandonar el poder y, en caso de renuencia de su parte, podrían
tomar el control del gobierno y del país, conformar con una Junta Militar,
apoyada por civiles y amplios sectores de la vida nacional, que en muy corto
plazo asuma un Gobierno Provisional que facilite la activación de la vía
político- electoral y convoque a elecciones imparciales con nuevo CNE y
veeduría de la comunidad internacional. En el imaginario popular los militares,
de obrar así, pasarían de “villanos” a “héroes” porque conectarían con un
anhelo mayoritario: la celebración de elecciones limpias y justas para superar
la tragedia nacional.
Tengo información confiable que indica que Diosdado Cabello
está tendiendo puentes con agentes de inteligencia de Trump y que otros altos
jerarcas del gobierno de Nicolás Maduro están hablando con la CIA en estos
momentos, desesperados por no encontrar salida al proceso de destrucción en que
tienen al país, con la finalidad de buscar avales que les permitan ciertas
garantías personales una vez dejen el poder en Venezuela. Ellos no los exime de
responder, eso sí, de delitos atroces y de lesa humanidad. La inesperada visita
de Cabello a Cuba, al que le atribuyen influencia sobre el sector militar, se
inscribe dentro de la gestión que Canadá viene haciendo ante el régimen
antillano, presionando un cambio de postura para evitar una incursión militar
sobre la dictadura venezolana.
6- ¿Funcionará el intento de diálogo en Noruega?
R.- Hay varios espacios internacionales de conversaciones
sobre Venezuela, como los que llevan a cabo EEUU, Rusia, Chuna, Cuba, Grupo de
Lima, Grupo de Contacto de la UE, Iniciativa de Montevideo, el Vaticano, etc.,
para explorar una solución política a la crisis venezolana. El propio gobierno
de Nicolás Maduro hace gestiones para salir de una manera “honrosa” del poder.
Ha propuesto ir a unas elecciones, con Maduro como candidato, sin que la
oposición acepte esa propuesta porque un sector considera que Maduro debe irse
ya y así lograr el “cese de la usurpación”, que, a mi juicio, se convierte en
una camisa de fuerza retórica que impide darle cuerpo a la transición
democrática que nace, justamente, con la posibilidad de ganarle las elecciones
a la dictadura, con una árbitro electoral confiable, con supervisión
internacional y nuevo registro electoral, con el candidato que ellos pongan, sea
cual fuere. En el terreno electoral la oposición es más fuerte pero hemos caído
en el terreno de la violencia donde la dictadura, sin escrúpulos, impone la
represión, la muerte y el terror.
Así las cosas, a mi juicio, resulta impostergable apostar por
el éxito de la mediación internacional experta que lidera Noruega y que los
protagonistas de la política venezolana, régimen autoritario y oposición,
mediante un proceso de negociación confiable, acompañado de la Comunidad
Internacional, lleguen a un Acuerdo Nacional que desemboque en unas elecciones
presidenciales justas, limpias y creíbles, con un nuevo Registro Electoral y un
nuevo CNE confiable para evitar se ahonden las causas de una tragedia humana
que a todos debe dolernos en el alma. El Grupo de Contacto de la UE, Grupo de
Lima, OEA, ONU y demás iniciativas que privilegian la solución política y la
convocatoria a elecciones limpias y libres por sobre la solución militar deben
seguir desplegando su capacidad de persuasión sobre Rusia, China y Cuba, factores
geopolíticos que respaldan al régimen de Nicolás Maduro. La guerra no es la
solución. Agrava aún más el dolor y la tragedia venezolana. Quienes militamos
en humanismo cristiano respetamos y protegemos la vida. Apoyar la negociación
política no es popular pero es un imperativo ético. La solución tiene y debe
surgir entre los venezolanos. Cuatro millones de refugiados venezolanos en el
mundo tienen que dolernos. Sólo un indolente o un ciego político no cae en
cuenta del daño tan grande que padece nuestro pueblo. Convenir que se designe
un nuevo CNE y se realicen elecciones limpias y libres erradica la causa de la
crisis política del país. La negociación es factible, necesaria e inaplazable
porque de lo contrario ardería Roma. El Gral.,
Padrino López ha dado muestras de apego al proyecto político de
Chávez-Maduro. Ahora se le pide que se ponga del lado de la Constitución y del
lado del pueblo venezolano para que impida una guerra fratricida entre
hermanos. De él depende, en buena medida, detener la barbarie que asoma en el
descontento de un pueblo hambriento, enfermo y sin futuro, cada vez más pobre y más sufrido al que poco le importará
apelar a la violencia generalizada para subsistir.
De fallar la negociación, en su defecto, urge que, con la
Constitución como herramienta sustancial, los venezolanos de bien que aún
actúan en la Fuerza Armada detengan este cataclismo social y político que
produce la mayor estampida humana del continente huyendo de unas políticas de
exterminio que someten dolosamente al hambre y la enfermedad a nuestra
población. Inaplazable que el pueblo todo sume su capacidad política y active
el derecho a la resistencia frente a un régimen oprobioso e injusto que salga
en apoyo de la Fuerza Armada Nacional en su rol de garante de la violencia
institucional, del Estado democrático constitucional, el sistema de gobierno
republicano y de la vigencia de los DDHH de todos los venezolanos.
7- Ha publicado 'Democracia Integral' ¿Qué lo lleva a ello?
¿Qué encontramos en este nuevo libro?
R.- Es un libro que resume nuestra tesis doctoral que hemos
concebido desde un enfoque humanista cristiano con énfasis en la promoción y
garantía de la dignidad humana. La democracia no se agota en la mecánica
electoral sino que alcanza materialidad cuando permite el goce de los derechos
por la persona humana que viviendo en el Estado democrático constitucional es
respetada y valorada como un fin en sí misma y no como una cosa, una mercancía,
una código de barras, como acontece con el comunismo fracasado que somete a los
venezolanos.
Es imperioso que la dignidad humana sea garantizada y sea
respetada tanto cuanto los derechos humanos fundamentales de los venezolanos
sean satisfechos a cabalidad y sin exclusiones en un país vivible, habitable,
donde seamos felices y podamos desarrollar nuestro proyecto de vida valioso,
sin daños ni atropellos, sin miedo ni temores, en Democracia Integral en la
Nueva Venezuela que tenemos que imaginar y construir entre todos.
La democracia no se mide por el número de votaciones sino en
tanto permita que cada cual elija un proyecto de vida valioso y cuente con
igualdad de oportunidades para realizarlo, desplegando su tantos y sus
capacidades, para que cada persona cultive sus virtudes y consiga felicidad y
florecimiento humano para su propio bien, con una vida buena, una vida de
calidad, comprometido con el bien común, es decir, contribuyendo a la felicidad
social, a la felicidad de todos. Esa es la utopía que nos mueve ante los
horrores de esta tragedia indeseable que supera cualquier distopía de terror
por perversa que se hubiere imaginada. La realidad de la tragedia venezolana
supera la ficción. Ha habido 17 consultas populares y nuestro pueblo se muere
de hambre. Allí está la mejor demostración
de que una democracia no se limita a elecciones sino a promover el respeto por
la persona humana y goce efectivo de todos sus derechos. La democracia es el
derecho de los derechos fundamentales. Es la que garantiza el derecho a tener y
gozar efectivamente nuestros derechos con apego a la Constitución, con
libertad, justicia, equidad y seguridad jurídica. Este enunciado se correspnde con la
aspiraciónde conformar un nuevo orden social, jurídico y político más humano,
más cristiano, más fraterno, más
amistoso y empático, donde el amor al prójimo y el servicio a los demás sea una
premisa cardinal de la Venezuela por venir.
Es la hora, inclusive, de conformar un Movimiento de
Salvación Nacional entre los distintos factores de poder, en pugna, que
priorice la solución inmediata a la tragedia humanitaria y, de común acuerdo,
entre hermanos venezolanos, fijen las condiciones mínimas para una transición
política que garantice elecciones presidenciales limpias y trasparentes, con acompañamiento
internacional, que fije unas pautas de justicia transicional, una Comisión de
la Verdad internacional, un proceso de verdad, reparación y no repetición de
violación de DDHH y que, con reglas claras, juzgue a los máximos responsables
de delitos de lesa humanidad, sin impunidad, pero sin persecuciones políticas
contra quienes militan y apoyan las tesis del chavismo-madurismo, un 25% de la
población, que se necesario para reconstruir la democracia, restaurar el régimen
constitucional y superar la violencia mediante la creación de consensos,
empatía y respeto por la dignidad humana, propias de una democracia sustancial,
una Democracia Integral, como la que promovemos.
8- ¿Dónde y cómo se puede
adquirir?
R.- El libro lo publicó Editoral Nueva Jurídica. Pronto lo
estaremos divulgando en formato virtual, totalmente gratuito, dadas las
dificultades que hay en nuestra Venezuela para ingresar y distribuir libros en
físico. Sin embargo, estamos haciendo lo posible para distribuirlo en nuestro
país.
9- Finalmente, ¿ Cree que Maduro está débil, el chavismo dividido?
¿Le queda poco al gobierno?
R.- Con sentido autocrítico la oposición ha subestimado a
Nicolás Maduro y ha menospreciado el aparato de inteligencia y la falta de
escrúpulos del régimen cubano, que manda a su antojo en Venezuela. Ese es uno
de los problemas de apreciación política que tenemos en cuanto a que
desconocemos la capacidad de respuesta del adversario, violando una de las
premisas de Sung Tzu. Hoy es un rehén de sus miedos, es un prisionero de sus
temores. No tiene paz interior y la desconfianza lo abruma. De su régimen
decadente y colapsado se oyen ya los estertores anunciando una caída
estrepitosa. Está extremadamente débil pero aún no ha sido derrotado. Lo que
resta de 2019 es un calvario para una dictadura cercada a nivel internacional,
sin dinero y capacidad de respuesta para afrontar un proceso de devastación
humana, sin antecedentes, fruto de su perversidad ideológica. Es un gobierno en
etapa terminal que apenas se mueve en “modo zombie”. Lo único que le funciona
es el servilismo extremo a la tiranía de Cuba que sigue chupándose la riqueza
nacional sin disimulo. Se sostiene en el G2 cubano y su política de
persecución, terror y violencia junto a un sector minoritario de los organismos
de inteligencia militar. La mayoría de las Fuerzas Militares no se van a
enterrar junto a Nicolás Maduro. Saben que es un gobierno fracasado que va de
salida y saben que en el ocaso del mismo lo mejor para las Fuerzas Armadas es
retomar su rol de garantes de la Constitución y la seguridad y defensa de la Nación
con garantías para sus agentes, sus carreras y sus familias, sin hacerse de la
vista gorda frente a quienes hayan delinquido o cometido delitos de lesa
humanidad. Las pugnas de poder en el chavismo-madurismo afloran. No tiene
respuestas para resolver la emergencia humanitaria compleja que ellos mismos
crearon. La hecatombe del país es una bomba de tiempo que no tarda en
estallarles en sus manos de no asumir con seriedad y sentido patrio una
solución negociada o consensuada al cataclismo nacional en que está el país. La
negociación política es impopular pero es ética. No produce soluciones rápidas
y pasa por reconocer al otro venezolano como un adversario, nunca como enemigo,
y hacer mutuas y recíprocas concesiones. Tanto, que soy de la tesis que en unas
elecciones limpias y transparentes, supervisadas y verificadas por un nuevo CNE
y la comunidad internacional, el chavismo-madurismo debe contar con garantías
para participar con el candidato que democráticamente elijan según sus
mecanismos internos de escogencia. Sea cual fuere su candidato, deben contar
con garantías electorales y jurídicas, no los podemos aplastar repitiendo la
perversidad con la que obra la dictadura contra la oposición. Son un 25% del
país y su concurso a la construcción de una nueva Venezuela reconciliada,
productiva y en paz es innegable así los radicalismos renieguen de esta
postura. Ahora bien, hay quienes se empeñan en distinguir entre chavismo y
madurismo. Yo digo que el madurismo es la continuidad del chavismo
políticamente empobrecido. El madurismo es la versión agravada de los vicios
del chavismo. Ambos se basan en el comunismo como ideología; su sistema
económico es parasitario ya que dilapidó una gigantesca renta petrolera sin
diversificar la productividad nacional; consideran las personas humanas como
cosas; conciben al adversario político como “enemigo” al que hay que destruir y
acabar; privilegian el aparato partidista antes que la persona humana;
cínicamente se proclaman “nacionalistas” mientras hipotecan la soberanía nacional
y entregan la riqueza nacional a la tiranía cubana. Son la misma cosa: “el
mismo musiú con diferente cachimbo.”
Lo que tendrá que descubrirse, una vez salga Nicolás Maduro
del poder, es la verdad sobre la muerte de Hugo Chávez. Al régimen de Cuba le
interesaba tener un gobernante dócil y maleable que siguiera sus órdenes sin
chistar, como Nicolás Maduro. Acelerar la muerte de Chávez, una vez enfermo, se
presentaba como una opción que facilitaba el control definitivo de las riquezas
de Venezuela por parte de la tiranía cubana. Quizá algún día se descubrirá
hasta qué punto los agentes cubanos que lo trataron actuaron dolosamente para
precipitar el final de Hugo Chávez ya que a sabiendas de que la operación del
cáncer que padecía lo iba a llevar más rápido a la tumba ellos aceleraron el
paso a una conducta clínica y terapéutica errada de cabo a rabo, como lo advirtieron
reconocidos oncólogos y especialistas, despachando de este mundo a Chávez,
dejando servido el poder a quien tenía un impedimento constitucional insalvable
para asumir el cargo y ser candidato a la presidencia de la República, una vez
muerto Chávez sin poder jurar el mandato, pero que garantizaba la continuación
obediente del expolio y el saqueo de la riqueza nacional: Nicolás Maduro
Moros.
No obstante, tenemos que imaginar una Venezuela librada en lo
espiritual y libre en lo político. Tenemos que luchar por un futuro de
justicia, libertad y progreso en democracia. La luz siempre vence las
tinieblas. Los buenos somos más.
Su palabra por delante licenciado muy buena su entrevista pero difiero De algunos comentarios Del entrevistado con respecto a LA religion yoruba o Santeria ya q seria oportuno preguntarle si El es vegano no come ningun tipo De carnes o si en LA biblia no habla Del sacrificio animal o si El se dio a LA tarea De indagar q animal y q cantidad se necesita Al momento De iniciar a Los curas con respecto Al cotolicismo si respetamos LA iglesia no asi a quienes LA dirigen no defiendo ningun partido politico mas si a LA religion q prefeso sin quitarle nada a nadie ya q mi religion si respeta Al supremo creador q es dios ,olofin, oluddumare q es El mismo dios en dos idiomas
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