Sin gas, sin comida y abandonados: Trujillanos cuentan las penurias que ha dejado la ‘revolución’

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La historia de Diana y Coromoto se repite por muchas zonas del estado Trujillo, ellas viven en el municipio Pampán sector Brisas del Valle, lugar donde aseguran tienen que ingeniárselas para poder adquirir alimentos e incluso cocinarlos.

Diana Anda es madre de tres hijos y cuenta que usa el agua de un pozo que se encuentra cerca de su casa pues “no tengo tanque, no tengo donde almacenar agua, yo me beneficio del agua de la calle que llega cada 15 días pero mientras no llega tengo que usar esa”.

A este problema se une el de la alimentación, ella no tiene trabajo, solo su esposo percibe dinero de la agricultura pero esta no genera un ingreso frecuente por lo que afirma que “si tengo para comprar la masa para el desayuno, no tengo para el almuerzo, entonces comemos tarde en el desayuno”.
Por otro lado, desde hace dos meses cocinan a leña pues “la bombona está muy cara”, aplicar este mecanismo aseguran que ha enfermado a los niños de asma.

El relato de Diana se suele multiplicar en varias zonas del estado Trujillo, por lo que el docente Darío Fajardo, denuncia que “ya no es crisis alimentaria, ni catástrofe alimentaria ahora el nuevo término para la crisis venezolana es el de hambruna”.

Según los datos aportados por Fajardo  al equipo digital de NTN24, la desnutrición en la entidad llega al 83 %, es decir ocho de cada 10 niños trujillanos, lo que además se refleja en el ausentismo escolar que alcanza ya el 70 %.

Fajardo relata que “muchos niños se observan con sus barriguitas infladas y descalzos señal evidente de parásitos en sus vías digestivas y estómago.  En Venezuela ya no hay desparasitantes para seres humanos y los habitantes están recurriendo al uso de desparasitantes para animales o en su defecto el uso de gotas de creolina o de kerosene para combatir los parásitos”.


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